18-10: Sufrida victoria que da tranquilidad

El Quesos escapa de la zona baja con una victoria de mucho trabajo, mucho sufrimiento y poco brillo.

Se trataba de ganar o ganar y el VRAC Quesos Entrepinares amarró los cuatro puntos en un triunfo que permite abrir brecha con la zona baja. Sin alardes, el VRAC cumplió y sólo necesitó dos ensayos para sumar su cuarto triunfo en la presente temporada.

Empezó el partido de ida y vuelta, con un Bizkaia Gernika más necesitado todavía que el Quesos y que asustó en su primera ofensiva. Los azulones aguantaron la embestida y respondieron al ataque con una rápida jugada que finalizó con éxito Coque Ortiz, pero sin transformación de Nathan de Thierry. El pateador sí acertaría en los dos puntapiés que tendría en los siguientes minutos, el primero en el 11 (8-0) y posteriormente en el 28 (8-0).

El partido, muy cerrado, apenas dejaba destellos en ninguno de los dos conjuntos, que sufrían para encontrar veintidós contraria. El VRAC, que tampoco tuvo su mejor día, prefirió asegurar puntos con el pie para ampliar, aunque mínimamente, una ventaja que en todo momento fue escasa, lejos de tener asegurada la victoria y la tranquilidad de una afición que respondió en una tarde sabatina y soleada. 80 minutos de muchos nervios conscientes de que, si bien con diferentes objetivos que habitualmente, el VRAC también se jugaba mucho en esta ocasión.

El 11-0 con el que se llegó al descanso no garantizaba nada, y las intenciones rivales eran claras: llegar al tramo final con opciones para tensar a los queseros. Lo consiguieron con una segunda parte muy seria e intensa en la que por momentos dejaron sin aire a más de uno en Pepe Rojo. Más todavía cuando en el minuto 49 concluyeron una jugada con ensayo de Hano Snymann, sin transformación para respiro de un VRAC que intentaba levantarse de sus peores minutos en el partido. Tras dos intentonas más de Gernika, el Quesos fue a por la segunda marca para tener margen de más de un ensayo transformado, ya que el 11-5 permitía al rival soñar con la victoria. A 20 minutos del final nada cambiaba, y los seis puntos suponían un extremado riesgo que el VRAC no tuvo más remedio que asumir al multiplicarse por enésima vez esta temporada sus problemas para finalizar en zona de marca.

Y así vivió el Quesos, con el corazón en un puño y la extraña agonía de poder meterse en un problema clasificatorio serio, hasta el minuto 66. Fue cuando una carrera de Pedro Añíbarro por el flanco izquierdo del ataque llevó el balón al centro del ataque azulón para la irrupción, una vez más, de Alejandro Alonso, que con su habitual talento definió y posó bajo palos para facilitar la transformación de Nathan (18-5). El VRAC ganaba algo de tranquilidad, pero no la suficiente como para dar el partido por ganado.

Gernika tuvo un último arreón que cerca estuvo de acabar en ensayo, lo cual hubiese dejado unos últimos minutos de máxima agonía en Pepe Rojo. El VRAC apagó el fuego y acabó el partido en campo contrario, sabedor de que la victoria alivia pero no revierte el mal momento de forma.